Refuerza UAT la formación de estudiantes del CBTIS 236

La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) firmó un convenio de colaboración con el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) 236, con la finalidad de reforzar la formación que reciben los estudiantes de ese centro educativo de Ciudad Victoria.

El acuerdo contempla la prestación de servicios que tienen, entre otros objetivos, procurar en los estudiantes de bachillerato apoyo en materia psicológica y educación socioemocional además de reforzar asignaturas en las áreas de idioma inglés, matemáticas y química, así como actividades culturales y deportivas.

Todas estas acciones las desarrollará la UAT a través de sus facultades y unidades académicas, con la participación de estudiantes de las diferentes carreras que prestan su servicio social y prácticas profesionales en el plantel de bachillerato tecnológico.

El convenio fue signado por el C. P. Guillermo Mendoza Cavazos, rector de la UAT, y el Mtro. Juan Marcos Saldaña García, director del CBTIS 236, en un evento desarrollado en la sala de juntas de la Rectoría.

Al respecto, el rector Guillermo Mendoza Cavazos dijo que es importante la colaboración porque casi el 50% de los jóvenes que ingresan a las aulas de la UAT provienen de los planteles de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGTI).

Mencionó que colaborar con el CBTIS le permite a la UAT conocer más de cerca el sistema de educación media superior y aportar a la mejora de sus egresados, que en algún momento pueden formar parte de esta universidad.

Subrayó que para la UAT es imprescindible incidir en las problemáticas que afectan a los jóvenes de bachillerato, sobre todo en cuanto a la salud mental y la nivelación académica.

Por su parte, el director del CBTIS 236, Mtro. Juan Marcos Saldaña García, agradeció a la UAT el apoyo que ha venido proporcionado a través de sus estudiantes y señaló que este convenio servirá para atacar problemáticas detectadas en los jóvenes una vez que se ha regresado a las aulas luego de más de dos años a causa de la pandemia.

“Factor importante es la educación socioemocional que deben tener nuestros estudiantes. Nos está impactando mucho después de este regreso; nos dimos a la tarea de buscar el apoyo de la UAT y nos ha ayudado mucho", indicó.

Por su parte, la secretaria de Gestión Escolar de la UAT, Dra. Cinthya Patricia Ibarra González, comentó que la Universidad busca apoyar a los jóvenes de bachillerato a enfrentar los retos que ha generado la llamada “nueva normalidad" luego de la pandemia, que ha dejado afectaciones en aspectos psicológicos y de rezago académico, por lo que esta parte es una de las más importantes que se estarán trabajando mediante este convenio.

Por la UAT estuvieron presentes en el acto oficial el Dr. Eduardo Arvizu Sánchez, secretario general, y la Dra. Selene del Coral Torres Castillo, directora de Gestión Interinstitucional.

Por el CBTIS 236 acudieron la Mtra. María del Carmen Gámez Uresti, jefa del Departamento de Servicios Docentes, y el Mtro. Luis Carlos Enrique Pachuca Ortiz, subdirector académico.​

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han desarrollado una propuesta innovadora y sostenible orientada al aprovechamiento de residuos vegetales para la obtención de pigmentos naturales. 

En respuesta a la creciente preocupación por los impactos negativos de los productos sintéticos en la salud humana y el medio ambiente, esta iniciativa se presenta como una alternativa ecológica y económicamente viable, ofreciendo soluciones aplicables a diversas industrias, como la alimentaria, textil y artística.

El equipo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, liderado por Edmar Meléndez Jaramillo, Laura Sánchez Castillo, Ma. Teresa de Jesús Segura Martínez y Rafael Delgado Martínez, destaca que los residuos agrícolas como cáscaras, hojas, tallos y raíces contienen compuestos útiles para producir pigmentos naturales de diferentes colores. 

Entre los más comunes se encuentran los pigmentos verdes de la espinaca, rojos de la remolacha, morados de la col morada y amarillos del azafrán, todos ellos con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

Detallan que, el proceso de extracción de los pigmentos es sencillo y accesible. Las plantas se desinfectan, se deshidratan a temperaturas controladas y luego se muelen para obtener los pigmentos, los cuales pueden utilizarse en alimentos, acuarelas o textiles. 

Esto –añaden– abre un abanico de posibilidades tanto para la industria como para los consumidores conscientes del medio ambiente.

Los investigadores también proponen que otras fuentes menos convencionales, como ciertos insectos y minerales, pueden ser utilizadas para obtener pigmentos naturales. Un ejemplo de esto es la grana cochinilla, que se utiliza para obtener tonalidades rojas, o las arcillas rojas para crear pigmentos marrones.

Esta investigación busca replantear antiguas técnicas de extracción de pigmentos y promover una economía circular que maximice el aprovechamiento de los recursos agrícolas.

Además de ser más seguros y sostenibles, los pigmentos naturales no requieren productos químicos sintéticos en su producción, lo que evita la contaminación. Al mismo tiempo, permiten aprovechar recursos que de otro modo se desperdiciarían, otorgándoles un valor económico adicional.