Reciben CEDES de Tamaulipas más de seis mil libros donados mediante campaña “Alas para Volar”

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- A través de la campaña permanente ‘’Alas para Volar’’ de la Subsecretaría de Ejecución de Sanciones y Reinserción Social, el Instituto Tamaulipeco de Educación para Adultos (ITEA) realizó la donación de más de seis mil libros educativos que serán destinados a las bibliotecas de los Centros de Ejecución de Sanciones (CEDES) de la entidad.

Además de fortalecer el acervo bibliográfico de estos espacios, esta iniciativa busca ampliar las oportunidades de aprendizaje como una herramienta clave en el proceso de reinserción.

Asimismo, reafirma el compromiso de la Secretaría de Seguridad Pública para salvaguardar el derecho a la educación de las personas privadas de la libertad (PPLs) y proporcionarles herramientas que contribuyan a su desarrollo personal y académico, así como a su salud mental a través de la lectura.

La educación y la cultura son pilares en la estrategia integral de reinserción social, por lo cual, la SSPT continúa trabajando coordinadamente con instituciones como la Secretaría de Educación en Tamaulipas (SET) y el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA).

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han desarrollado una propuesta innovadora y sostenible orientada al aprovechamiento de residuos vegetales para la obtención de pigmentos naturales. 

En respuesta a la creciente preocupación por los impactos negativos de los productos sintéticos en la salud humana y el medio ambiente, esta iniciativa se presenta como una alternativa ecológica y económicamente viable, ofreciendo soluciones aplicables a diversas industrias, como la alimentaria, textil y artística.

El equipo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, liderado por Edmar Meléndez Jaramillo, Laura Sánchez Castillo, Ma. Teresa de Jesús Segura Martínez y Rafael Delgado Martínez, destaca que los residuos agrícolas como cáscaras, hojas, tallos y raíces contienen compuestos útiles para producir pigmentos naturales de diferentes colores. 

Entre los más comunes se encuentran los pigmentos verdes de la espinaca, rojos de la remolacha, morados de la col morada y amarillos del azafrán, todos ellos con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

Detallan que, el proceso de extracción de los pigmentos es sencillo y accesible. Las plantas se desinfectan, se deshidratan a temperaturas controladas y luego se muelen para obtener los pigmentos, los cuales pueden utilizarse en alimentos, acuarelas o textiles. 

Esto –añaden– abre un abanico de posibilidades tanto para la industria como para los consumidores conscientes del medio ambiente.

Los investigadores también proponen que otras fuentes menos convencionales, como ciertos insectos y minerales, pueden ser utilizadas para obtener pigmentos naturales. Un ejemplo de esto es la grana cochinilla, que se utiliza para obtener tonalidades rojas, o las arcillas rojas para crear pigmentos marrones.

Esta investigación busca replantear antiguas técnicas de extracción de pigmentos y promover una economía circular que maximice el aprovechamiento de los recursos agrícolas.

Además de ser más seguros y sostenibles, los pigmentos naturales no requieren productos químicos sintéticos en su producción, lo que evita la contaminación. Al mismo tiempo, permiten aprovechar recursos que de otro modo se desperdiciarían, otorgándoles un valor económico adicional.