Inicia en CEDES Altamira curso teórico “Huertos de Traspatio” impartido por ITACE

-Este tipo de huertos favorecen la producción sustentable de alimentos, fortalecen la convivencia y mejoran la economía

Altamira, Tamaulipas.- Con el propósito de promover la producción sustentable de alimentos al interior del Centro de Ejecución de Sanciones (CEDES) del municipio de Altamira, el Instituto Tamaulipeco de Capacitación para el Empleo (ITACE) inició el curso teórico denominado «Huertos de Traspatio» dirigido a 19 personas privadas de la libertad (PPLs).

Este curso está a cargo del ingeniero agrónomo, Emmanuel Lugo Orozco, instructor perteneciente a esta institución y está coordinado por el Departamento de Promoción y Desarrollo Laboral del centro, quienes facilitaron el aula escolar para que las personas en proceso de reinserción social accedieran a esta capacitación.

Entre los beneficios de este tipo de huertos destacan: la producción sostenible de alimentos, misma que permite reducir los costos destinados a la compra de vegetales y especias que podrán ser cultivadas al interior; esto a su vez, mejora la seguridad alimentaria y aumenta las áreas verdes.

Asimismo, estas actividades conllevan un impacto positivo en la salud emocional de las personas participantes, puesto que, al ser un proyecto comunitario, se fortalece la convivencia y el trabajo en equipo; además, el contacto con la naturaleza permite disminuir los niveles de estrés.

Con esta sinergia, se reafirma el compromiso de la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas (SSPT), a través de la Subsecretaría de Ejecución de Sanciones y Reinserción Social para brindar herramientas que permitan a las PPLs desarrollarse en diferentes facetas.

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han desarrollado una propuesta innovadora y sostenible orientada al aprovechamiento de residuos vegetales para la obtención de pigmentos naturales. 

En respuesta a la creciente preocupación por los impactos negativos de los productos sintéticos en la salud humana y el medio ambiente, esta iniciativa se presenta como una alternativa ecológica y económicamente viable, ofreciendo soluciones aplicables a diversas industrias, como la alimentaria, textil y artística.

El equipo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, liderado por Edmar Meléndez Jaramillo, Laura Sánchez Castillo, Ma. Teresa de Jesús Segura Martínez y Rafael Delgado Martínez, destaca que los residuos agrícolas como cáscaras, hojas, tallos y raíces contienen compuestos útiles para producir pigmentos naturales de diferentes colores. 

Entre los más comunes se encuentran los pigmentos verdes de la espinaca, rojos de la remolacha, morados de la col morada y amarillos del azafrán, todos ellos con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

Detallan que, el proceso de extracción de los pigmentos es sencillo y accesible. Las plantas se desinfectan, se deshidratan a temperaturas controladas y luego se muelen para obtener los pigmentos, los cuales pueden utilizarse en alimentos, acuarelas o textiles. 

Esto –añaden– abre un abanico de posibilidades tanto para la industria como para los consumidores conscientes del medio ambiente.

Los investigadores también proponen que otras fuentes menos convencionales, como ciertos insectos y minerales, pueden ser utilizadas para obtener pigmentos naturales. Un ejemplo de esto es la grana cochinilla, que se utiliza para obtener tonalidades rojas, o las arcillas rojas para crear pigmentos marrones.

Esta investigación busca replantear antiguas técnicas de extracción de pigmentos y promover una economía circular que maximice el aprovechamiento de los recursos agrícolas.

Además de ser más seguros y sostenibles, los pigmentos naturales no requieren productos químicos sintéticos en su producción, lo que evita la contaminación. Al mismo tiempo, permiten aprovechar recursos que de otro modo se desperdiciarían, otorgándoles un valor económico adicional.