Firma la UAT convenio con la UNAB de El Salvador

​En sesión virtual, el rector Guillermo Mendoza preside el acuerdo de colaboración académica con Ana Iveth Escobar de Umanzor, rectora de la Universidad Dr. Andrés Bello de la república de El Salvador. La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y la Universidad Dr. Andrés Bello (UNAB) de El Salvador, establecieron un convenio amplio de colaboración que estrechará los lazos de amistad y cooperación estratégica internacional en beneficio de estudiantes, docentes e investigadores de ambas instituciones de educación superior. En sesión virtual desde la sala de juntas del edificio de la Rectoría en Ciudad Victoria, el C. P. Guillermo Mendoza Cavazos, Rector de la UAT, presidió la firma del acuerdo por videoconferencia con la Mtra. Ana Iveth Escobar de Umanzor, rectora de la UNAB. En este contexto, el rector Guillermo Mendoza dijo que este tipo de colaboración contribuye a fortalecer el trabajo que viene desarrollando la UAT en la implementación de su nuevo modelo educativo, en el que se destaca la movilidad estudiantil y docente. De igual manera, refirió que la UAT cuenta con importantes trabajos en materia científica y académica que se compartirán con la UNAB para fortalecer sus grupos de investigación y servicios educativos que ofrecen en El Salvador. Por su parte, la rectora de la UNAB Ana Iveth Escobar de Umanzor agradeció la disposición de la UAT para celebrar este acuerdo que calificó de histórico, porque además de estrechar los lazos con la comunidad universitaria mexicana, permitirá a la institución salvadoreña cumplir con las políticas que se han marcado en materia de internacionalización académica. Cabe señalar que el convenio marco contempla, en primera instancia, organizar actividades conjuntas entre la UNAB y la Facultad de Enfermería de la UAT en Nuevo Laredo, en materia de cooperación académica, científica y tecnológica, así como el intercambio de estudiantes, docentes e investigadores mediante la movilidad presencial, virtual o híbrida. El establecimiento de este acuerdo abre también oportunidades para las facultades de enfermería de la UAT, con la posibilidad de ampliar la colaboración mediante diplomados, cursos, talleres, congresos y conferencias. Se propone también la posibilidad de implementar investigaciones y publicaciones científicas conjuntas, a fin de generar conocimientos novedosos y de utilidad para las comunidades mexicanas y salvadoreñas. En la sesión, el rector Guillermo Mendoza Cavazos estuvo acompañado por la Dra. Mariana Zerón Félix, secretaria de Investigación y Posgrado de la UAT, y por la Dra. Nohemí Selene Alarcón Luna, directora de la Facultad de Enfermería Nuevo Laredo, quien expuso los objetivos del convenio, en donde resaltó que se dará inicio a capacitaciones para la UNAB en temas de investigación enfocada a la salud de adultos mayores. Desde la sede de la UNAB en El Salvador, la rectora Ana Iveth Escobar de Umanzor estuvo acompañada por la Mtra. Miriam Gladis de Marroquín, Decana de la Facultad de Enfermería de la institución salvadoreña, entre otras autoridades.

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han desarrollado una propuesta innovadora y sostenible orientada al aprovechamiento de residuos vegetales para la obtención de pigmentos naturales. 

En respuesta a la creciente preocupación por los impactos negativos de los productos sintéticos en la salud humana y el medio ambiente, esta iniciativa se presenta como una alternativa ecológica y económicamente viable, ofreciendo soluciones aplicables a diversas industrias, como la alimentaria, textil y artística.

El equipo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, liderado por Edmar Meléndez Jaramillo, Laura Sánchez Castillo, Ma. Teresa de Jesús Segura Martínez y Rafael Delgado Martínez, destaca que los residuos agrícolas como cáscaras, hojas, tallos y raíces contienen compuestos útiles para producir pigmentos naturales de diferentes colores. 

Entre los más comunes se encuentran los pigmentos verdes de la espinaca, rojos de la remolacha, morados de la col morada y amarillos del azafrán, todos ellos con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

Detallan que, el proceso de extracción de los pigmentos es sencillo y accesible. Las plantas se desinfectan, se deshidratan a temperaturas controladas y luego se muelen para obtener los pigmentos, los cuales pueden utilizarse en alimentos, acuarelas o textiles. 

Esto –añaden– abre un abanico de posibilidades tanto para la industria como para los consumidores conscientes del medio ambiente.

Los investigadores también proponen que otras fuentes menos convencionales, como ciertos insectos y minerales, pueden ser utilizadas para obtener pigmentos naturales. Un ejemplo de esto es la grana cochinilla, que se utiliza para obtener tonalidades rojas, o las arcillas rojas para crear pigmentos marrones.

Esta investigación busca replantear antiguas técnicas de extracción de pigmentos y promover una economía circular que maximice el aprovechamiento de los recursos agrícolas.

Además de ser más seguros y sostenibles, los pigmentos naturales no requieren productos químicos sintéticos en su producción, lo que evita la contaminación. Al mismo tiempo, permiten aprovechar recursos que de otro modo se desperdiciarían, otorgándoles un valor económico adicional.