Estudiante de la UAT diseña prototipo para tratar agua residual de uso doméstico

Utilizando microorganismos benéficos como tratadores de agua residual, Diana Laura Peraza Liñán, estudiante de doctorado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), diseñó un prototipo que busca reutilizar el vital líquido en el entorno doméstico.

Con la asesoría del Dr. Wilberth Alfredo Poot Poot, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC), la joven universitaria desarrolla su proyecto, el cual recientemente obtuvo el primer lugar en la Expo Ciencias Tamaulipas 2022 organizada por el Consejo Tamaulipeco de Ciencia y Tecnología, el COTACYT.

En entrevista, la alumna del Doctorado en Ciencias, Sistemas Agropecuarios y Medio Ambiente que imparte la FIC, comentó que su investigación está encaminada a generar un sistema de captación de agua en los hogares —por ejemplo, la que se utiliza en la cocina—, y que después del tratamiento pueda reutilizarse en el riego de hortalizas, plantas ornamentales, entre otros usos.

“El prototipo es un biorreactor. Puede ser cualquier tipo de contenedor. Funciona a través de agitación. Se colecta el agua residual y se le añaden microorganismos benéficos del suelo para que trabajen y hagan su función", explicó.

Dijo que este proceso permite que compuestos como materia orgánica, inorgánica o incluso aceites y grasas que se generan en las labores domésticas se trasformen, para que el agua pueda volver a usarse en otras tareas. 

“La idea es que cualquier persona lo pueda replicar; que sean materiales de fácil acceso y que sea económica su construcción, que pueda tratar el agua que se usa en la casa y darle otra utilidad", apuntó.

Su proyecto se denomina  “Microorganismos benéficos tratadores de agua residual" y se desprende de una investigación del doctorado en el área de biorremediación utilizando microorganismos, como hongos y plantas, para degradar compuestos como el petróleo cuando hay un derrame en aguas.

A ese respecto, su asesor, el Dr. Wilberth Alfredo Poot Poot, refirió que la idea surge por el potencial que tienen algunos microorganismos para degradar materia orgánica, y que en este caso se utiliza una fuente de agua de origen doméstico.

“Se ha demostrado que hay microorganismos que pueden degradar varios tipos de compuestos, entre estos los aceites que se obtienen en las casas. Incluso el enfoque que ella tenía es degradar petróleo a través de microorganismos fúngicos", asentó. 

Puntualizó que el proyecto surge ante la necesidad de aprovechar al máximo el recurso hídrico, y en ese sentido se busca que el prototipo sea accesible para que todos puedan contar con un sistema de tratamiento de agua casero.

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han desarrollado una propuesta innovadora y sostenible orientada al aprovechamiento de residuos vegetales para la obtención de pigmentos naturales. 

En respuesta a la creciente preocupación por los impactos negativos de los productos sintéticos en la salud humana y el medio ambiente, esta iniciativa se presenta como una alternativa ecológica y económicamente viable, ofreciendo soluciones aplicables a diversas industrias, como la alimentaria, textil y artística.

El equipo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, liderado por Edmar Meléndez Jaramillo, Laura Sánchez Castillo, Ma. Teresa de Jesús Segura Martínez y Rafael Delgado Martínez, destaca que los residuos agrícolas como cáscaras, hojas, tallos y raíces contienen compuestos útiles para producir pigmentos naturales de diferentes colores. 

Entre los más comunes se encuentran los pigmentos verdes de la espinaca, rojos de la remolacha, morados de la col morada y amarillos del azafrán, todos ellos con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

Detallan que, el proceso de extracción de los pigmentos es sencillo y accesible. Las plantas se desinfectan, se deshidratan a temperaturas controladas y luego se muelen para obtener los pigmentos, los cuales pueden utilizarse en alimentos, acuarelas o textiles. 

Esto –añaden– abre un abanico de posibilidades tanto para la industria como para los consumidores conscientes del medio ambiente.

Los investigadores también proponen que otras fuentes menos convencionales, como ciertos insectos y minerales, pueden ser utilizadas para obtener pigmentos naturales. Un ejemplo de esto es la grana cochinilla, que se utiliza para obtener tonalidades rojas, o las arcillas rojas para crear pigmentos marrones.

Esta investigación busca replantear antiguas técnicas de extracción de pigmentos y promover una economía circular que maximice el aprovechamiento de los recursos agrícolas.

Además de ser más seguros y sostenibles, los pigmentos naturales no requieren productos químicos sintéticos en su producción, lo que evita la contaminación. Al mismo tiempo, permiten aprovechar recursos que de otro modo se desperdiciarían, otorgándoles un valor económico adicional.