Es Tamaulipas el estado con mayor capacidad eléctrica

Tampico, Tamaulipas.- “Actualmente somos el estado con mayor capacidad eléctrica instalada a nivel nacional y con estas inversiones por parte de la CFE refrendamos esa posición, pero también nos va a llevar a consolidarnos como el estado que más genera energía”, así lo señaló el secretario de Desarrollo Energético de Tamaulipas, José Ramón Silva al reunirse con integrantes de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación Tampico.

 En su mensaje con los miembros de este organismo empresarial que preside Cleotilde Treviño Castillo, el secretario refrendó el compromiso del gobierno humanista del doctor Américo Villarreal, de seguir impulsando a Tamaulipas en materia energética de la mano de la industria petroquímica en el sur del estado.

 “La gestión del gobernador Américo Villarreal Anaya, ha llegado a la consolidación de muchos proyectos, pero en el sector energético seguimos caminando, seguimos avanzando fuertemente y el sur de Tamaulipas se está consolidando en la parte eléctrica, como en la petroquímica”, comentó.

Además citó la nueva inversión por parte de la Comisión Federal de Electricidad para una central fotovoltaica y de ciclos combinados para el sur del estado.

“Viene una nueva inversión por parte de la Comisión Federal de Electricidad para una central fotovoltaica bastante amplia y que va a estar acompañada de una central de almacenamiento de baterías, y a la par un nuevo proyecto de ciclo combinado aquí para el sur de Tamaulipas. Esto representa una inversión de más de 700 millones de dólares y una generación de más de 745 megawatts”, destacó.

“Esto es una fuente de atracción de nuevas inversiones, es una seguridad para los parques industriales que se están consolidando aquí en el sur”, finalizó.

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han desarrollado una propuesta innovadora y sostenible orientada al aprovechamiento de residuos vegetales para la obtención de pigmentos naturales. 

En respuesta a la creciente preocupación por los impactos negativos de los productos sintéticos en la salud humana y el medio ambiente, esta iniciativa se presenta como una alternativa ecológica y económicamente viable, ofreciendo soluciones aplicables a diversas industrias, como la alimentaria, textil y artística.

El equipo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, liderado por Edmar Meléndez Jaramillo, Laura Sánchez Castillo, Ma. Teresa de Jesús Segura Martínez y Rafael Delgado Martínez, destaca que los residuos agrícolas como cáscaras, hojas, tallos y raíces contienen compuestos útiles para producir pigmentos naturales de diferentes colores. 

Entre los más comunes se encuentran los pigmentos verdes de la espinaca, rojos de la remolacha, morados de la col morada y amarillos del azafrán, todos ellos con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

Detallan que, el proceso de extracción de los pigmentos es sencillo y accesible. Las plantas se desinfectan, se deshidratan a temperaturas controladas y luego se muelen para obtener los pigmentos, los cuales pueden utilizarse en alimentos, acuarelas o textiles. 

Esto –añaden– abre un abanico de posibilidades tanto para la industria como para los consumidores conscientes del medio ambiente.

Los investigadores también proponen que otras fuentes menos convencionales, como ciertos insectos y minerales, pueden ser utilizadas para obtener pigmentos naturales. Un ejemplo de esto es la grana cochinilla, que se utiliza para obtener tonalidades rojas, o las arcillas rojas para crear pigmentos marrones.

Esta investigación busca replantear antiguas técnicas de extracción de pigmentos y promover una economía circular que maximice el aprovechamiento de los recursos agrícolas.

Además de ser más seguros y sostenibles, los pigmentos naturales no requieren productos químicos sintéticos en su producción, lo que evita la contaminación. Al mismo tiempo, permiten aprovechar recursos que de otro modo se desperdiciarían, otorgándoles un valor económico adicional.