Egresada de la UAT diseña innovación para medir azucares

La joven Nailea Mar Abundis, egresada de Ingeniería en Electrónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), diseñó un sensor que permite mejorar la detección de los niveles de azúcares en alimentos y bebidas, el cual fue presentado con éxito en un evento internacional y ha sido publicado en una prestigiada red de ediciones científicas con base en Suiza.

La autora del proyecto, quien concluyó recientemente sus estudios profesionales en la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa Rodhe (UAMRR), estuvo asesorada por la Dra. Yadira Aracely Fuentes Rubio y por el Dr. René Fernando Domínguez Cruz, docentes de ese plantel universitario.

“Comenzamos con esta idea porque actualmente existen en muchos de los alimentos altas cantidades de azúcares. Y buscábamos crear un dispositivo que fuera fácil de usar, sencillo de aplicar y que pudiera realizar diferentes pruebas”, dijo Nailea Mar Abundis.

Explicó que el proyecto fue para fabricar y probar un sensor para medir la concentración de azúcar en soluciones acuosas, para lo cual se propuso un mecanismo novedoso de detección basado en sensores construidos con fibras ópticas.

Indicó que el experimento tuvo como resultado un dispositivo capaz de detectar cantidades de azúcares a muy baja concentración, distinguir distintos tipos de endulzantes, poseer una respuesta en tiempo real, ser de bajo costo y con la posibilidad de operar de manera remota.

El trabajo fue presentado de manera exitosa en la Novena Conferencia Internacional de Electrónica sobre Sensores y Aplicaciones, ECSA-9, además de ser publicado por la revista especializada Engineering Proceeding, un foro digital que reúne documentos de actas, resúmenes e informes de conferencias sobre estudios de ingeniería, perteneciente a la red de publicaciones de acceso abierto MDPI, de Basilea, Suiza, e indexado en la base de datos científica Scopus.

Cabe mencionar que el Programa de Ingeniería Electrónica que ofrece la UAM Reynosa Rodhe, realiza diversas actividades de investigación científica con la visión de incidir y atender las necesidades reales de la sociedad desde un esquema innovador, sustentable e incorporando su capital humano.

Actualmente, en la unidad académica se trabaja en la elaboración de un documento completo sobre ese trabajo para su divulgación en diversas revistas especializadas de alto impacto; así como en la aplicación de parámetros biológicos de sensores e incidencia multidisciplinar en campos como la medicina, prevención de desastres, ingeniería en procesos, ingeniería industrial e ingeniería en alimentos.

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han desarrollado una propuesta innovadora y sostenible orientada al aprovechamiento de residuos vegetales para la obtención de pigmentos naturales. 

En respuesta a la creciente preocupación por los impactos negativos de los productos sintéticos en la salud humana y el medio ambiente, esta iniciativa se presenta como una alternativa ecológica y económicamente viable, ofreciendo soluciones aplicables a diversas industrias, como la alimentaria, textil y artística.

El equipo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, liderado por Edmar Meléndez Jaramillo, Laura Sánchez Castillo, Ma. Teresa de Jesús Segura Martínez y Rafael Delgado Martínez, destaca que los residuos agrícolas como cáscaras, hojas, tallos y raíces contienen compuestos útiles para producir pigmentos naturales de diferentes colores. 

Entre los más comunes se encuentran los pigmentos verdes de la espinaca, rojos de la remolacha, morados de la col morada y amarillos del azafrán, todos ellos con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

Detallan que, el proceso de extracción de los pigmentos es sencillo y accesible. Las plantas se desinfectan, se deshidratan a temperaturas controladas y luego se muelen para obtener los pigmentos, los cuales pueden utilizarse en alimentos, acuarelas o textiles. 

Esto –añaden– abre un abanico de posibilidades tanto para la industria como para los consumidores conscientes del medio ambiente.

Los investigadores también proponen que otras fuentes menos convencionales, como ciertos insectos y minerales, pueden ser utilizadas para obtener pigmentos naturales. Un ejemplo de esto es la grana cochinilla, que se utiliza para obtener tonalidades rojas, o las arcillas rojas para crear pigmentos marrones.

Esta investigación busca replantear antiguas técnicas de extracción de pigmentos y promover una economía circular que maximice el aprovechamiento de los recursos agrícolas.

Además de ser más seguros y sostenibles, los pigmentos naturales no requieren productos químicos sintéticos en su producción, lo que evita la contaminación. Al mismo tiempo, permiten aprovechar recursos que de otro modo se desperdiciarían, otorgándoles un valor económico adicional.