Desarrolla la UAT proyecto para el aprovechamiento sustentable de los recursos pesqueros

Se trabaja en cuerpos de agua de la zona de Gómez Farías, mediante un modelo que busca conocer la diversidad de especies para aprovechar su potencial sustentable en beneficio nutricional y de mejora económica en los habitantes de esa región

Ciudad Victoria, Tamaulipas-.La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), desarrolla un proyecto de investigación en la zona de Gómez Farías, perteneciente a la reserva de la biósfera El Cielo, con el propósito de identificar el recurso pesquero y evaluar las líneas de trabajo que permitan su aprovechamiento sustentable. 
La Dra. Lorena Garrido Olvera, investigadora de la UAT, comentó que el trabajo se denomina “Composición, uso y conservación del recurso pesquero de la Reserva de la Biósfera El Cielo”, el cual es realizado por expertos del Cuerpo Académico Acuacultura. 
Dijo que la investigación está enfocada en la zona que corresponde al municipio de Gómez Farías, con el objetivo de conocer los peces predominantes en los cuerpos de agua, para evaluar su potencial aprovechamiento sustentable en beneficio nutricional y mejora económica de los habitantes de la región.
Refirió que en el trabajo participan pobladores de los ejidos de ese municipio y el interés es conocer este recurso natural, ya que se enfrenta a condiciones de sequía, contaminación y explotación poco mesurada. 
“Aplicamos una encuesta para explorar de manera preliminar esa diversidad de peces y a qué problemáticas se enfrenta. En resumen, encontramos que se conocen aproximadamente veinte especies, de la cuales cinco son introducidas”, indicó. 
“Entre las especies mencionadas están la tilapia, pez bobo, pez diablo, lobina, bagre, pintontle, entre otras. 

Además, los pobladores percibieron que artes de pesca inadecuados utilizados por foráneos está terminando con su recurso”, acotó. 
Sostuvo que los investigadores harán colectas de peces para caracterizar fisicoquímicamente los cuerpos de agua.  “La meta final es tener un catálogo de peces con nombres comunes de las especies registradas e información del valor nutrimental y del estatus de conservación para que los pobladores puedan aprovechar de una manera sustentable las especies que aporten más nutrientes y que pueden contribuir a un estado nutricional adecuado en la población”, apuntó.
Señaló que el proyecto es de carácter multidisciplinario y no se descarta que surjan nuevas líneas de investigación que sirvan para potenciar la zona en materia social y económica. 
Puntualizó que en otros trabajos han estudiado los peces dulceacuícolas que se encuentran en los ríos, lagos y en las presas de Tamaulipas, encontrando que están distribuidos en cuatro grandes cuencas que son la del Bravo, San Fernando, Soto La Marina y el Guayalejo-Tamesí. 
“Hasta ahora se conocen aproximadamente 80 especies de peces dulceacuícolas y hay variedades como tilapias, carpas y bagres. Las cuales solamente está siendo aprovechado entre el 10 y 20% de las especies”, concluyó.

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han desarrollado una propuesta innovadora y sostenible orientada al aprovechamiento de residuos vegetales para la obtención de pigmentos naturales. 

En respuesta a la creciente preocupación por los impactos negativos de los productos sintéticos en la salud humana y el medio ambiente, esta iniciativa se presenta como una alternativa ecológica y económicamente viable, ofreciendo soluciones aplicables a diversas industrias, como la alimentaria, textil y artística.

El equipo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, liderado por Edmar Meléndez Jaramillo, Laura Sánchez Castillo, Ma. Teresa de Jesús Segura Martínez y Rafael Delgado Martínez, destaca que los residuos agrícolas como cáscaras, hojas, tallos y raíces contienen compuestos útiles para producir pigmentos naturales de diferentes colores. 

Entre los más comunes se encuentran los pigmentos verdes de la espinaca, rojos de la remolacha, morados de la col morada y amarillos del azafrán, todos ellos con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

Detallan que, el proceso de extracción de los pigmentos es sencillo y accesible. Las plantas se desinfectan, se deshidratan a temperaturas controladas y luego se muelen para obtener los pigmentos, los cuales pueden utilizarse en alimentos, acuarelas o textiles. 

Esto –añaden– abre un abanico de posibilidades tanto para la industria como para los consumidores conscientes del medio ambiente.

Los investigadores también proponen que otras fuentes menos convencionales, como ciertos insectos y minerales, pueden ser utilizadas para obtener pigmentos naturales. Un ejemplo de esto es la grana cochinilla, que se utiliza para obtener tonalidades rojas, o las arcillas rojas para crear pigmentos marrones.

Esta investigación busca replantear antiguas técnicas de extracción de pigmentos y promover una economía circular que maximice el aprovechamiento de los recursos agrícolas.

Además de ser más seguros y sostenibles, los pigmentos naturales no requieren productos químicos sintéticos en su producción, lo que evita la contaminación. Al mismo tiempo, permiten aprovechar recursos que de otro modo se desperdiciarían, otorgándoles un valor económico adicional.