Colabora profesor de la UPV en libro sobre Inteligencia Artificial aplicada al envejecimiento

-El catedrático de la Universidad Politécnica de Victoria, Héctor Hugo Avilés Arriaga, colaboró en el libro «Aging Research – Methodological Issues”, en el capítulo «Artificial intelligence and aging»

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Héctor Hugo Avilés Arriaga, catedrático de la Universidad Politécnica de Victoria (UPV), colaboró en el libro «Aging Research – Methodological Issues” (Investigación sobre el envejecimiento: cuestiones metodológicas), donde escribió parte del contenido del capítulo «Artificial intelligence and aging» (Inteligencia artificial y envejecimiento), informó la rectora de la universidad, Abril Alejandra Ramírez Erazo.

Indicó que Ávilés Arriaga,quien es profesor investigador del programa académico de Ingeniería en Tecnologías de la Información (ITI), junto con los doctores Rodrigo Palacios, del Instituto Nacional de Geriatría; Luis Enrique Sucar Succar, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica; y Héctor Simón Vargas Martínez, de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, redactaron dicho capítulo.

Resaltó la relevancia del tema en donde participó el docente de la Universidad Politécnica de Victoria, ya que resume diversas áreas de la inteligencia artificial (IA) que han tenido un impacto considerable en el cuidado de la salud del adulto mayor en los últimos años.

Destacó que las publicaciones que realizan los profesores investigadores de la universidad, son importantes aportaciones en beneficio de la sociedad y de los grupos que impulsan la tecnología, fomentando así la política educativa humanista que busca darles a las universidades un sentido social, y que impulsa el Gobierno de Tamaulipas

El profesor Héctor Hugo Avilés informó que en su intervención describe a la robótica, los agentes inteligentes, el análisis de grandes volúmenes de datos, el monitoreo del estado de salud general del adulto mayor, el reconocimiento de estado afectivo y la terapia y diagnóstico, mostrando ejemplos específicos de modelos de la IA y las soluciones hardware-software propuestas para tal fin.

Dijo que el capítulo fue publicado recientemente por la editorial Springer Nature Link y editado por los doctores Carmen García-Peña, Mario Ulises Pérez-Zepeda, Luis Miguel Gutiérrez-Robledo y Rosa Estela García-Chanes, del Instituto Nacional de Geriatría.

Compartió que el libro en su tercera edición, está dirigido a un amplio espectro de profesionales con diferentes niveles de experiencia en el tema: “El libro recopila múltiples desarrollos del estado del arte en metodología de la investigación sobre el envejecimiento, para ayudar a entender cómo afecta el paso del tiempo en los procesos biológicos de los seres humanos”, finalizó Avilés Arriaga.

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han desarrollado una propuesta innovadora y sostenible orientada al aprovechamiento de residuos vegetales para la obtención de pigmentos naturales. 

En respuesta a la creciente preocupación por los impactos negativos de los productos sintéticos en la salud humana y el medio ambiente, esta iniciativa se presenta como una alternativa ecológica y económicamente viable, ofreciendo soluciones aplicables a diversas industrias, como la alimentaria, textil y artística.

El equipo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, liderado por Edmar Meléndez Jaramillo, Laura Sánchez Castillo, Ma. Teresa de Jesús Segura Martínez y Rafael Delgado Martínez, destaca que los residuos agrícolas como cáscaras, hojas, tallos y raíces contienen compuestos útiles para producir pigmentos naturales de diferentes colores. 

Entre los más comunes se encuentran los pigmentos verdes de la espinaca, rojos de la remolacha, morados de la col morada y amarillos del azafrán, todos ellos con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

Detallan que, el proceso de extracción de los pigmentos es sencillo y accesible. Las plantas se desinfectan, se deshidratan a temperaturas controladas y luego se muelen para obtener los pigmentos, los cuales pueden utilizarse en alimentos, acuarelas o textiles. 

Esto –añaden– abre un abanico de posibilidades tanto para la industria como para los consumidores conscientes del medio ambiente.

Los investigadores también proponen que otras fuentes menos convencionales, como ciertos insectos y minerales, pueden ser utilizadas para obtener pigmentos naturales. Un ejemplo de esto es la grana cochinilla, que se utiliza para obtener tonalidades rojas, o las arcillas rojas para crear pigmentos marrones.

Esta investigación busca replantear antiguas técnicas de extracción de pigmentos y promover una economía circular que maximice el aprovechamiento de los recursos agrícolas.

Además de ser más seguros y sostenibles, los pigmentos naturales no requieren productos químicos sintéticos en su producción, lo que evita la contaminación. Al mismo tiempo, permiten aprovechar recursos que de otro modo se desperdiciarían, otorgándoles un valor económico adicional.