Colabora Educal con la UAT en promoción de la lectura

El C.P. Guillermo Mendoza Cavazos, Rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) entregó un reconocimiento a Fritz Glockner, Director General de la red nacional de librerías Educal, por el apoyo a las estrategias de promoción a la lectura entre la comunidad estudiantil. El escritor, historiador y periodista Fritz Glockner, estuvo presente como invitado del Rector Guillermo Mendoza para participar en el cierre de la gira de bienvenida “ADN UAT” ante más de 600 estudiantes de nuevo ingreso de las facultades y unidades académicas del Centro Universitario Sur (campus Tampico). En este contexto, el Rector de la UAT agradeció la donación de más de tres mil libros del Fondo de Cultura Económica ((FCE) que entregó el titular de Educal, mismos que fueron distribuidos a los estudiantes al concluir el magno evento realizado en el Gimnasio Olímpico del campus Tampico. Durante la presentación de ADN UAT, Glockner destacó la importancia de participar en este encuentro con la juventud estudiantil y colaborar con la Universidad en sus estrategias para la promoción de la lectura. El director de Educal dijo que el propósito de las donaciones de libros es para recordarles a los jóvenes que la lectura también es placer y entretenimiento, no solo conocimiento, porque el conocimiento –añadió– está implícito en la propia acción del placer de la lectura. “Este objeto es un boleto al viaje, un boleto a la imaginación, boleto a la utopía. Es un barco, es un avión, pero también es un espejo, en la lectura también nos identificamos con los personajes que corren, que vuelan, en las diversas narrativas”, expresó. “Me da gusto que puedan tener en sus manos uno de estos boletos de autores mexicanos para que viajen, cultiven y siembren sus sueños, utopías y despejemos las pesadillas”, puntualizó.

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Desarrolla la UAT alternativa para la producción de pigmentos naturales

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han desarrollado una propuesta innovadora y sostenible orientada al aprovechamiento de residuos vegetales para la obtención de pigmentos naturales. 

En respuesta a la creciente preocupación por los impactos negativos de los productos sintéticos en la salud humana y el medio ambiente, esta iniciativa se presenta como una alternativa ecológica y económicamente viable, ofreciendo soluciones aplicables a diversas industrias, como la alimentaria, textil y artística.

El equipo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAT, liderado por Edmar Meléndez Jaramillo, Laura Sánchez Castillo, Ma. Teresa de Jesús Segura Martínez y Rafael Delgado Martínez, destaca que los residuos agrícolas como cáscaras, hojas, tallos y raíces contienen compuestos útiles para producir pigmentos naturales de diferentes colores. 

Entre los más comunes se encuentran los pigmentos verdes de la espinaca, rojos de la remolacha, morados de la col morada y amarillos del azafrán, todos ellos con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

Detallan que, el proceso de extracción de los pigmentos es sencillo y accesible. Las plantas se desinfectan, se deshidratan a temperaturas controladas y luego se muelen para obtener los pigmentos, los cuales pueden utilizarse en alimentos, acuarelas o textiles. 

Esto –añaden– abre un abanico de posibilidades tanto para la industria como para los consumidores conscientes del medio ambiente.

Los investigadores también proponen que otras fuentes menos convencionales, como ciertos insectos y minerales, pueden ser utilizadas para obtener pigmentos naturales. Un ejemplo de esto es la grana cochinilla, que se utiliza para obtener tonalidades rojas, o las arcillas rojas para crear pigmentos marrones.

Esta investigación busca replantear antiguas técnicas de extracción de pigmentos y promover una economía circular que maximice el aprovechamiento de los recursos agrícolas.

Además de ser más seguros y sostenibles, los pigmentos naturales no requieren productos químicos sintéticos en su producción, lo que evita la contaminación. Al mismo tiempo, permiten aprovechar recursos que de otro modo se desperdiciarían, otorgándoles un valor económico adicional.