Un remedio más caro que la enfermedad

El desabasto de combustible que se vive en la ciudad no es la excepción sino la regla de lo que está ocurriendo en la mayor parte del país. Incluso podemos decir que nos ha salido barato en comparación de otras ciudades y estados. 

 

Sin embargo, haríamos bien en tomar nota de lo que está ocurriendo porque este desabasto y escasez de gasolina retrata perfectamente las consecuencias de las políticas públicas que López Obrador plantea en su Cuarta Transformación. 

 

No hay motivo para alarmarse dicen desde Pemex, la escasez de combustible no es por falta de inventario, simplemente es un efecto no deseado de las nuevas acciones para el combate al ‘huachicoleo’. Menos mal. 

 

Y es que el Presidente, en su infinita sabiduría, ha decidido cerrar los ductos que abastecían las estaciones de servicio para terminar con la ordeña de combustible. Al menos eso es lo que había dicho en días pasados. Este domingo ha cambiado su versión, asegurando que el robo de los carburantes se hacía directamente desde las instalaciones de Pemex. 

 

Entonces por qué se mantienen cerrados los ductos. 

 

Pero algo todavía más preocupante es la decisión de utilizar las pipas. Y es que su implementación tiene varios problemas. 

 

El primero es la ineficiencia del nuevo método de reparto. Las pipas que tienen una capacidad limitada, necesitan chofer, gastan combustible y precisan mantenimiento, están expuestas a accidentes y desperfectos, pero sobre todo no son ni de cerca tan rápidas como las tuberías. De ahí el desabasto, no por falta de combustible, sino por el tiempo en que tardan las pipas en trasladarse desde las refinerías a los centros de servicio. 

 

¿Se solucionó el problema? Cuando la solución a un problema crea más problemas no se puede llamar solución. 

 

Otro pequeño detalle. Las pipas son más fáciles de robar. Ya se registraron los primeros casos, aunque la autoridad alega que son infinitamente menores al hurto de los tubos. 

 

¿Cuánto cree que durará esto? Hasta que las personas dedicadas al robo de combustible se adapten a la nueva forma de operar. 

 

El asunto es que no se soluciona el problema principal, que es el robo, y en cambio se crean una serie de problemáticas que antes no existían y que ahora hay que lidiar con ellas. Entre ellas el desabasto de las gasolinas que trastoca todo tipo de actividades, no solo económicas, sino también de carácter social y hasta de seguridad pública. 

 

Este enfoque equivocado para solucionar el robo de combustibles sigue el mismo procedimiento que se utilizó para la cancelación del Aeropuerto de Texcoco. Una simple ocurrencia que plantea una soluciones ineficiente que crea mayores problemas en el corto, mediano y largo plazo, pero sobre todo que no atiende la problemática inicial. 

 

Es el costo del cambio, de hacer las cosas diferentes, se podría alegar. Y le concediera la razón siempre y cuando la problemática fuera solucionada, pero estamos lejos de ello. El robo de combustible seguirá, y el aeropuerto de Santa Lucía no dará abasto a la demanda de vuelos. 

 

El asunto no para ahí. El Tren Maya, las nuevas becas para estudiantes y adultos mayores. Tampoco solucionan el problema, en todo caso lo alargan y al mismo tiempo crean externalidades negativas que antes no existían y que ahora también hay que solucionar. 

 

Y todo eso cuesta. 

 

La reducción del precio de los combustibles en la frontera no se acerca a los precios en las ciudades americanas, en cambio crea una disparidad entre regiones dentro del país que incentivan el mercado negro. 

 

La reducción del IVA y del ISR en la llamada Zona Libre tiene tantos candados que pocos podrán aprovecharlos, y quienes lo hagan lo harán a costa del resto de los contribuyentes, creando de nuevo asimetrías que antes no existían. 

 

Ahora sí que como dice el bendito pueblo, nos está saliendo más caro el remedio que la enfermedad. 

 

López Obrador reconoció que dentro de su propio equipo hay reservas en la implementación de estas medidas, pero él asegura que habrá resultados y para eso vendrá dentro de tres meses a Tamaulipas. 

 

No sabemos a qué tipo de resultados se refiera el presidente; económicos, electorales, sociales o de seguridad. 

 

Pero si la experiencia con el desabasto de combustible nos puede enseñar algo, es a no pecar de optimistas.

 

No fue gratuito que el propio gobernador de Tamaulipas tuviera que pedirle al Presidente de México, y nada menos que en un evento público, que aclarara las reglas de operación de los incentivos fiscales que tendrá la llamada ‘Zona Libre’ y es que muy pocos entienden como funciona.

 

Hay que tener cuidado en no confundir las ideas con ocurrencias, y mucho menos con soluciones.

 

El asunto es que la curva de aprendizaje de este nuevo gobierno está resultando muy cara. Y las consecuencias ahí están, las estamos viviendo a diario. 

 

Por lo pronto a levantarse temprano y cargar gasolina, porque no sabemos cuándo se normalice el servicio. 

 

Antes palabras como escasez y racionamiento se veían lejanas, propias de noticias venezolanas o cubanas. Ahora resulta que las estamos viviendo en carne y hueso. 

 

 

Pues eso. 

 

 

Es bueno saberlo.-1) El Gobernador del Estado, Francisco García Cabeza de Vaca se reunió en la Ciudad de México con los titulares de la Secretaría de Seguridad, la SEDENA, la SEMAR, y la Coordinación Nacional Antisecuestro para afinar la estrategia de seguridad federal para Tamaulipas. 

 

“Para el Gobierno de Tamaulipas es muy importante tener una mayor comunicación y coordinación para combatir no solamente los delitos del fuero común, sino también contribuir en lo que se refiere a los delitos federales a fin de que juntos podamos ofrecer paz y seguridad a las familias de Tamaulipas”, dijo el Gobernador García Cabeza de Vaca.

 

Gracias al trabajo del Gobierno de Tamaulipas, del 2017 al 2018, el comparativo de indicadores de delitos como el homicidio muestra una disminución de 22.2 a 18.9 por cada 100 mil habitantes; el de extorsión de tasa 5.02 a 2.92 y el de secuestro de tasa 3.86 a 2.51.

 

El Gobernador García Cabeza de Vaca reiteró su disposición de continuar con el trabajo coordinado con las distintas instancias del Gobierno Federal y ofrecer a las familias de esta entidad mejores condiciones de seguridad y tranquilidad que contribuya con un mayor desarrollo integral del estado.

Presenta Secretaría de Recursos Hidráulicos actualización de los colores del Semáforo del Cuidado del Agua para Tamaulipas con vigencia en junio

Gómez Farías, Tamaulipas. – El secretario de Recursos Hidráulicos, Raúl Quiroga Álvarez, encabezó la Vigésima Reunión Ordinaria del Comité de Seguimiento y Evaluación del Semáforo del Cuidado del Agua, acompañado por el presidente municipal de Gómez Farías, Frank De León Ávila. En el encuentro se aprobó la actualización del Semáforo del Agua, vigente a partir de junio, así como un balance hidráulico que explica la situación actual en las distintas cuencas del estado.

De acuerdo con el informe, la cuenca del Río Bravo se encuentra en estado crítico, con los municipios de Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros en color rojo, debido a un marcado déficit hídrico en los vasos de almacenamiento.

En la cuenca del Río San Fernando, los municipios de Méndez y San Fernando fueron clasificados en color amarillo gracias a las lluvias registradas en mayo, mientras que Cruillas se mantiene en rojo y Burgos en verde.

En cuanto a la cuenca del Río Soto la Marina, los municipios de San Carlos, San Nicolás, Padilla y Jiménez también fueron clasificados en rojo, mientras que Villagrán, Güémez, Victoria, Abasolo, Casas y Aldama se encuentran en color amarillo. Los municipios de Mainero, Hidalgo y Soto la Marina fueron establecidos en verde, lo que refleja una mejoría en la disponibilidad de agua en la región.

En este contexto, se anunció que en pocos días se dará inicio a la construcción de la segunda línea del acueducto Guadalupe Victoria, una obra estratégica que fortalecerá el abastecimiento de agua potable en Ciudad Victoria.

Durante el informe de la cuenca del Río Guayalejo-Tamesí, el secretario informó que actualmente se realizan operativos de vigilancia con drones y embarcaciones para garantizar el tránsito del agua por el Río Tamesí, además de presentar un análisis histórico del comportamiento del sistema lagunario en los últimos 25 años.

En esta cuenca, los municipios de Palmillas y Ocampo se encuentran en rojo; Jaumave, Antiguo Morelos, Nuevo Morelos y González en amarillo; y Llera, Xicoténcatl, Gómez Farías, Mante, Altamira, Tampico y Madero en verde.

Por último, en la cuenca del altiplano, Miquihuana y Bustamante permanecen en color amarillo, mientras que Tula continúa en rojo, debido a que las precipitaciones registradas han sido insuficientes para recargar el acuífero Tula–Bustamante.

Después de presentar el balance hidráulico, se abrió el espacio para que los gerentes de los organismos operadores presentaran los avances de sus programas enfocados en promover la cultura del cuidado del agua, así como en mejorar los servicios públicos y la infraestructura hidráulica en sus respectivas localidades.

Por su parte, el presidente municipal de Gómez Farías destacó que, a través de proyectos estratégicos realizados en coordinación entre el gobierno estatal y municipal, se pueden implementar acciones que generen un impacto positivo y duradero en la comunidad.

Finalmente, el secretario reiteró que la micromedición es clave para operar, conservar y administrar de manera más eficiente los organismos operadores, con el objetivo de que sean autosuficientes.

“Por instrucción del gobernador Américo Villarreal Anaya, hemos conformado un nuevo modelo de gestión del agua que, mientras avanzamos en materia de cultura del agua, busca que nuestros organismos operadores trabajen de manera más coordinada y uniforme”, precisó.