El primero de los dos debates por la gubernatura de Tamaulipas fue todo un éxito… de lo que no se debe de hacer.
El ejercicio estuvo lleno de lugares comunes, ataques y señalamientos por parte de los candidatos, pero sobre todo destacó una muy mala organización, y una pésima conducción por parte de Ana María Lomelí.
¿Entonces sirvió para algo? Sí. Para corregir y no caer en los mismos errores en el segundo debate programado para el 22 de mayo, donde Javier Solórzano será su moderador.
En el debate participaron Arturo Diez Gutiérrez, Américo Villareal y el Truko Verástegui. También participaron, aunque no estuvieron, Andrés Manuel López Obrador y Francisco García Cabeza de Vaca.
Pero quien destacó sobre todos ellos fue Ana María Lomelí, y lo hizo por su fatal desempeño.
En primer lugar no se tomó la molestia de explicar la dinámica del ejercicio. Probablemente los candidatos ya la sabían, pero quienes no sabíamos ni de las reglas del debate, ni de su formato, éramos los espectadores.
Y para ser honestos tal parece que Ana María Lomelí tampoco, porque la moderadora interrumpía a los candidatos cuando le daba la gana, les ofrecía replica y contrarréplica a discreción, sin ningún criterio claro. No les permitía usar todo su tiempo al grado que los propios participantes se quejaron del asunto y hasta la corrigieron en un par de ocasiones.
Un verdadero desorden.
Pero la joya de la corona fueron las preguntas. Y es que la moderadora fue la que más atacó al Truko Verástegui. No fue Arturo Diez Gutiérrez, ni siquiera Américo Villareal. Fue Ana María Lomelí.
Cuando se abordó el primer tema sobre Desarrollo Económico y Empleo para los Jóvenes, la conductora inició destacando que Tamaulipas se encuentra en los primeros 10 lugares de desempleo en el país, señalando además que de las personas desocupadas, más del 85% son profesionistas.
En el segundo tema, Políticas Públicas para el Desarrollo, Lomelí lo enfocó hacia la falta de agua en Tamaulipas. Su planteamiento: de los 43 municipios en el estado, 36 sufren la falta de agua.
En el tercer tema, Salud, la moderadora dejó claro que “la pandemia fue un gran reto que puso en evidencia las grandes carencias de Tamaulipas sobre la falta de infraestructura”.
Finalmente, en el cuarto y último tema, Seguridad, Ana María Lomelí dijo para abrir la ronda que de acuerdo a los estándares internacionales, a Tamaulipas le hacen falta mil 500 policías. Y además dijo que nuestro estado se encuentra en el tercer lugar a nivel nacional en cuanto al número de quejas contra la policía estatal.
Sin olvidar los feminicidios, donde Lomelí destacó que en este año los casos de agresiones contra las mujeres en Tamaulipas se han disparado en comparación con el primer trimestre del año anterior.
Menos mal que fue una moderadora imparcial. Qué tal si no.
Por eso el Truko se tuvo que defender de Arturo, Américo y hasta de Ana María Lomelí, quien francamente fue quien más lo atacó.
Se notó que el Truko hizo la tarea, pero el reloj lo limitó.
El formato provocó que sus intervenciones fueran algo atropelladas por la gran cantidad de información que quería compartir en un tiempo muy reducido.
Paradójicamente, sus mejores momentos fueron cuando se salió del guión que le prepararon sus asesores y mostró su personalidad.
Otro gran acierto del Truko fue que hizo olvidar a Cabeza de Vaca, pues sus contrincantes nunca lo mencionaron.
Américo Villarreal, por su parte, no se salió de su script. Se apegó a su estrategia al pie de la letra.
Recibió ataques pero no se detuvo a contestarlos. Y atacó cuando vio la necesidad de hacerlo, como cuando le dio la bienvenida a Tamaulipas al candidato de Movimiento Ciudadano, de quien dijo que había estado 12 años fuera del estado.
Américo dijo que era lógico que Arturo Diez quisiera empezar desde cero (su lema de campaña), porque simplemente no conoce Tamaulipas. Porque visitar los 43 municipios en dos semanas no era suficiente para entender los problemas de los tamaulipecos.
Américo sabe que uno de sus puntos fuertes es el respaldo que tiene de Andrés Manuel López Obrador, por eso remarcó que en su gobierno los programas federales se replicarán en Tamaulipas.
Arturo Diez Gutiérrez, por su parte, llegó con un solo mensaje: Yo recorrí los 43 municipios de Tamaulipas, el cual repitió hasta el cansancio en la mayoría de sus intervenciones.
Y como el burro que tocó la flauta, Arturo logró su objetivo: llamar la atención, aunque fuera para burlarse de él. El debate todavía iba en su ecuador cuando los memes con su frase ya estaban circulando en las redes sociales.
Su participación fue como cuando ‘El Bronco’ dijo que le iba mochar la mano a los ladrones y corruptos. No ganó ningún argumento pero logró que lo recordaran, y eso es mucho para quien va en el tercer lugar de las encuestas.
En resumen, el primer debate por la gubernatura estuvo lejos de ser perfecto. Hubo pocas propuestas, muchos buenos deseos, y algunos intercambios de ataques y señalamientos.
La diferencia es que estos ataques fueron de frente, cara a cara, y sin ningún bot de por medio.
La dureza de las agresiones verbales entre los candidatos parece ser un presagio de lo que está por venir en el segundo tramo de las campañas, donde claramente las propuestas pasarán a un segundo plano.
El ganador del debate nos los darán las encuestas de los próximos días. Pero lo más importante es su propia conclusión.
Pues eso.
Es bueno saberlo: 1) La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) impartió el taller Brechas de Desigualdad y Violencia Política a estudiantes universitarios de la carrera de Derecho, como parte de las acciones que realiza en colaboración con otras instituciones para cerrar las brechas de género, desde un enfoque de igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.
El taller fue dirigido a estudiantes y docentes de las Facultades de Derecho y Ciencias Sociales de Tampico y de Ciudad Victoria, organizado por la Dirección de Igualdad y Derechos de las Personas en conjunto con el Instituto de Mujeres en Tamaulipas, teniendo como marco el plan de trabajo del Observatorio de Participación Política de las Mujeres.
El objetivo es fomentar una cultura de sensibilización en la comunidad del ámbito universitario sobre los diversos tipos de discriminación y violencia contra las mujeres, así como sobre la brecha de desigualdad existente entre hombres y mujeres, vinculada al acceso de oportunidades en materia laboral, social, educación, económica, política, cultural, entre otras dimensiones.
De acuerdo con el programa, se pusieron sobre la mesa los temas de perspectiva de género; patriarcado y sistema sexo-género; androcentrismo; socialización de género; mitos sobre la perspectiva de género; sexualidad, salud mental y género, que motivó la participación de docentes y estudiantes de la UAT, quienes de manera conjunta enriquecieron esta experiencia de aprendizaje que busca transversalizar en la Universidad una cultura de igualdad, así como sensibilizar la prevención y atención de la violencia de género.