Los gringos, prácticos para todo, tienen una expresión política que describe lo que está viviendo hoy el gobernador de Tamaulipas: ‘lame duck’ (pato cojo).
El término hace referencia a un político que se encuentra al final de su mandato, y su sucesor ya ha sido electo o se está por elegir, lo que provoca que su poder e influencia se vaya diluyendo a consecuencia del poco tiempo que le queda en el cargo.
En el sentido literal, ‘pato cojo’ se refiere al ave que por su debilidad es incapaz de mantener el paso de su bandada, haciéndola presa fácil de los depredadores.
El sexenio de Cabeza de Vaca termina el próximo 30 de septiembre, es decir, le restan 145 días a su administración (vacaciones incluidas), sin embargo su figura política ya es prácticamente invisible en la vida pública de Tamaulipas.
El gobernador justifica su abandono con la ley electoral, que prohibe a los funcionarios públicos hacer proselitismo en época de elecciones, pero lo cierto es que el propio Cabeza de Vaca ha decidido desentenderse de su gobierno y en su lugar ocuparse de la planeación de su retiro.
La ausencia del gobernador como jefe de estado en este sexenio no es extraña para los tamaulipecos.
Su ambición por aspirar a la Presidencia de la República lo mantuvo alejado de su mandato constitucional gran parte de su periodo de gobierno, dejando a Tamaulipas prácticamente en piloto automático, tal como ahora.
Basta recordar a la estéril Alianza Federalista, aquella que nació en 2019 y que utilizó Cabeza de Vaca durante 2020 para intentar posicionar su imagen a nivel nacional. El desenlace ya lo conoce, un fracaso rotundo.
En 2021 la pandemia, pero sobre todo el desafuero, fueron los problemas que alejaron a Cabeza de Vaca de sus obligaciones como ejecutivo estatal. El resultado: unas elecciones intermedias donde lo perdió todo.
Por eso, quien debía ser el gobernador de Tamaulipas se convirtió en un turista en su propio estado, solo disponible para promocionar viajes, ferias, congresos y atractivos naturales, pero no para resolver los problemas más sentidos de sus gobernados. La falta de agua en todo el territorio tamaulipeco es el ejemplo más claro.
La negligencia de Cabeza de Vaca como gobernador no solo le ganó el repudio ciudadano a su figura, sino también a la de su partido, el cual fue borrado prácticamente de las alcaldías y dejó de ser la primera fuerza legislativa.
Esta cojera política de Cabeza de Vaca impidió que su hermano fuera el candidato a la gubernatura y además lo obligó a compartir la boleta con el PRI y PRD, quienes pasan por sus horas más bajas.
La debilidad política con la que llega Cabeza de Vaca al tramo final de su sexenio es consecuencia directa de su mal gobierno, siendo él el único responsable.
Pero Cabeza de Vaca no solo llega rengueando a su sucesión, también lo hace atado de manos.
Porque los procesos judiciales en su contra no han desaparecido, solo están a la espera de que pierda la protección de su fuero para que sigan su curso.
Sin contar los que vienen en camino, porque si bien los primeros son de las autoridades federales, sería inocente creer que serán los únicos.
De ahí que su única alternativa real, que no garantía, para mantener su libertad sea la rendición y el exilio.
Porque es imposible que un ‘pato cojo’ con un repudio del 67.4% entre sus gobernados (Demoscopia Digital, abril 2022) tenga aspiraciones electoral serias, mucho menos a la Presidencia de la República.
Este sueño guajiro en realidad es una cortina de humo para cubrir su retirada. Una ficha de negociación que ha ido perdiendo valor y que hoy significa casi nada, como el legado de su administración.
Pues eso.
Es bueno saberlo: 1) La mayor preocupación de Cabeza de Vaca a estas alturas de su sexenio es quedar bien con las autoridades americanas, para garantizar su protección jurídica de aquel lado del Río Bravo una vez que concluya su mandato.
De eso se trató el simulacro de la Policía Estatal con autoridades de Texas, en Nuevo Laredo, para la detección y contención de los migrantes.
Las fuerzas de seguridad del estado utilizadas como AFORE para su jubilación.
2) El Embajador Miguel Ruiz Cabañas Izquierdo impartirá la conferencia virtual “Los ODS y el papel de las universidades en el desarrollo sostenible”, en el marco de la Semana de la Sustentabilidad, que realizará la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), a través de la Secretaría de Investigación y Posgrado.
La Semana de la Sustentabilidad se llevará a cabo del 9 a 13 de mayo, con el propósito de difundir las estrategias para alcanzar las metas de la Agenda 2030 que impulsa la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a nivel mundial.
En este contexto, el Embajador Miguel Ruiz Cabañas Izquierdo impartirá el 9 de mayo la conferencia magistral y apertura del evento, a las 10:15 de la mañana, a través de Facebook Live y Microsoft Teams.
El ponente y diplomático mexicano actualmente es el director de la iniciativa sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Entre sus adscripciones destacan: Secretario en la Misión Permanente de México ante las Naciones Unidas, jefe de asesores del Subsecretario de Relaciones Exteriores, ministro en la Embajada de México en Estados Unidos, y Director General para América del Norte.