Cuando amas tu trabajo no escatimas en tiempo y recursos para llevarlo a cabo; realizas lo necesario para ser excelente en eso que tanto te gusta.
La maestra Elizabeth Miranda cruza cinco ríos y hace un recorrido de dos horas para llegar a la escuela donde enseña a un grupo de niños en medio de la selva de Filipinas.
La heroica profesora dijo que su cuerpo ya está acostumbrado al viaje y sólo es difícil cuando llueve porque con ese clima la corriente en los ríos fluye con más fuerza.
Si bien hay ríos que son fáciles de cruzar, también hay otros más difíciles o casi imposibles de cruzar sin la ayuda de un salvavidas o ‘salbabida’, como se dice en filipino . La maestra se muestra muy agradecida con las personas de la comunidad que le dan una mano para cruzar el torrente cada mañana.
Difíciles condiciones para el aprendizaje
El colegio donde enseña la notable profesora está localizada en Sitio Barogante, Mindoro Occidental, una de las zonas más pobres y alejadas del país. Miranda es la única docente del centro educativo, por lo que el aprendizaje de los alumnos depende totalmente de las clases que imparte.
a escuela en la que enseña es una pequeña choza. Lejos quedan las comodidades que los salones de clases de ciudad sí tienen, como aire acondicionado o una televisión; tampoco cuenta con las herramientas educacionales necesarias. Miranda confesó que los niños ni siquiera tienen comida. A pesar de las deficiencias en las instalaciones, los estudiantes siguen acudiendo felices por aprender de la única maestra en la comunidad.
Miranda también espera que la gente comience a notar su esfuerzo y ayude en su misión de enseñar a los chicos de Sitio Barogante. Con suerte, el gobierno construirá un puente o una mejor escuela para los niños y esta heroica maestra.
Debemos valorar un poco más las comodidades con las que contamos, bien sea para trabajar o estudiar. No creo que llegues todos los días completamente empapado al trabajo porque tienes que cruzar un río.