1.-Esto nada más pasa en Victoria. Pues ahí tiene que ayer martes, a Oscar Almaraz se le acababa la licencia que pidió para separarse de su cargo y poder hacer campaña.
Almaraz fue el único alcalde que pidió su licencia menor a 30 días para que el Congreso no estuviera obligado a nombrar un alcalde sustituto.
La única posible explicación para esto es que a Oscar Almaraz le resultan fundamentales los recursos públicos del Ayuntamiento para su campaña, si no dígame que otra razón tendría para pedir una licencia en abonos.
Pero bueno, le decía que ayer se le venía el plazo de sus 29 días de licencia (que empezaron el 13 de mayo) y justamente se programó una sesión de Cabildo a la que Almaraz estaba obligado a ir como alcalde. Pero el señor no se presentó, por lo que fue suplido por un regidor.
El alcalde que prometió dar la cara y cumplirle a los victorenses le tuvo miedo a una protesta de ecologistas que fueron a reclamar al Ayuntamiento la destrucción del 17, que incluye la tala de 20 árboles por la mentada remodelación que promovió Almaraz.
Que por cierto, esa fue otra promesa incumplida, pues el alcalde priista con licencia dijo que ningún árbol del 17 se iba a cortar.
Así que el colmo de Victoria es que tiene un alcalde que busca la reelección pero no se presenta a las sesiones de cabildo. El colmo es que prometió dar la cara y se esconde de los ciudadanos. El colmo es que prometió no cortar ningún árbol y va empezar con 20.
El colmo es que su eslogan de campaña es el de #RESULTADOS y Victoria está peor que nunca.
2.-Y por si fuera poco, el señor sigue violando la Ley Electoral instalando publicidad en lugar expresamente impedidos para ello.
Ayer le toco el turno a la plaza Juárez donde apareció la carota del candidato del PRI.
Porque esta no es la primera vez que Almaraz se pasa la Ley Electoral por el arco del triunfo.
Primero, convenientemente, se le olvidó poner el logo del PRI en su propaganda y souvenirs (aquí la pregunta es quién enloda más a quién), cuando lo obliga la ley.
Después instaló banderolas en camellones como el 8 Berriozabal, obstruyendo la visibilidad de automovilistas y peatones.
Así que la pregunta que queda es dónde está el IETAM, en dónde está el árbitro electoral. O apoco ya le llegaron al precio.
3.- El Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca expresó su total respaldo a Ricardo Anaya, candidato del Frente a la Presidencia de la República, ante “la campaña sistemática de desprestigio” de la que es víctima.
El mandatario tamaulipeco le dijo desde su cuenta de Twitter a Anaya que “¡No estás solo, millones de mexicanos estamos contigo!”.
La muestra de respaldo es importante no solo porque se dio una hora antes del último debate presidencial, sino que también muestra a un panismo unido de cara al último tramo de la campaña presidencial.
4.-A propósito de campañas de desprestigio, el delegado regional (what) de la SEGBOB, Enrique Cárdenas González, escupió pal cielo y le cayó el gargajo en la cara.
Y es que el funcionario (what) de la SEGOB se atrevió a decir que en Tamaulipas existen focos amarillos por la elección… cuando él es la autoridad que precisamente debe de garantizar la paz y la tranquilidad en los comicios.
Enrique tiene a su sobrina como candidata a una diputación federal, así que los dichos del priista deben ser entendidos como una estrategia para desestabilizar el ambiente electoral, y es que su partido está ubicado hasta el tercer lugar de las preferencias en Tamaulipas.
Enrique quiere asustar a la gente para que no salga a votar, esa es la última estrategia de los tricolores para tratar de ganar en la elección. A esas hemos llegado.
5.-Ayer se realizó el tercer y último debate presidencial. No hubo sorpresas, los ataques se intercalaron entre las propuestas. Aquí algunas cosas que valen destacar:
Meade inició atacando fuerte a AMLO. Un error de estrategia pues el candidato priista sigue tercero en las encuestas. Parece que Meade quiere llegar al primer lugar sin pasar por el segundo.
AMLO volvió a caer en la trampa. Ricardo Anaya de nuevo puso en predicamentos al candidato de MORENA, cuando el del Frente hizo públicas las millonarias adquisiciones directas que el gobierno del DF en tiempos de AMLO le otorgó al empresario José María Rioboó.
El Bronco tuvo varios deslices de lengua, y en uno nombre a AMLO presidente de facto. “Andrés, la refinería de Nuevo León no la queremos, contamina enormemente... ai’ pa’ que la contemples” le dijo.
AMLO se fue ardido. Se levantó de su silla y fue Meade el que primero le extendió la mano. El de MORENA regresó la cortesía, pero dejó hasta el final a Anaya, de quien solo se despidió de lejos y a señas.
¿El tercer debate cambiará las intenciones de voto? Probablemente no, pero sí servirá como combustible en este último tramo de campaña.